La inmigración ha sido, y sigue siendo, una conversación crucial en los Estados Unidos. Hasta hace poco, los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos habían omitido en su declaración de misión la identidad de los Estados Unidos como “una nación de inmigrantes”, refiriéndose más a “defender la patria” que a abrirse como una oportunidad para nuevo hogar. Si bien esto puede no ser una gran sorpresa dada la composición de la actual administración, sí muestra una ambición creciente de reescribir la historia al cambiar la narrativa de que América fue fundada por la unidad de diferentes principios para construir una identidad que intenta abarcar a todas las personas.
Pero, ¿cuál es la identidad de Estados Unidos? Esta pregunta ha sido más un proceso de trabajo que algo por responder, ya que desde la Declaración de Independencia, el país ha luchado con la idea de que “todos los hombres son creados iguales”. La Guerra Civil preguntó a las personas si se incluía o no a los negros, así como a los movimientos de reforma del siglo XX.
A partir de ahora, creemos que sabemos lo que América representa, pero ¿verdad? ¿Existe algo de identidad estadounidense cuando los individuos no pueden dar con una respuesta unificadora? ¿O la identidad americana está fragmentada, lo que significa que uno tiene el derecho de construir su propia identidad separada de la hegemonía blanca “tradicional”? Vemos que algunos inmigrantes hinchan sus identidades mientras que otros toman completamente en la noción del “Sueño Americano”. Algunos prefieren comer alimentos de su propia tierra, mientras que otros prefieren sumergirse en la cultura de la comida rápida. Ser un inmigrante (especialmente en el caso de Estados Unidos) significa tener la capacidad de rechazar o adoptar cualquier cultura que uno elija por sus propios motivos.
La nota de pie de página: https://www.npr.org/sections/thetwo-way/2018/02/22/588097749/america-no-longer-a-nation-of-immigrants-uscis-says